Vía La Nación.
“Es que la gente quiere que todo cambie, pero no cambia. Uno sigue igual. Sigue haciendo cosas que no debe hacer y, entonces, critican a los políticos de que no pasan las cosas y, en realidad, no están siendo consecuentes con sus vidas.
”Yo creo que hay que participar en política. En realidad, si la gente tiene la vocación y el interés, no es malo participar en política, y creo que ese es un problema que tenemos como país, que la gente cree que la política es mala, solo la palabra ‘política’. Pero, o sea, a alguien hay que elegir y ojalá que esas personas sean las mejores, las más honestas”.
Dichas palabras no provienen de un viejo lobo de la política, sino de un joven de 27 años que se sale del canasto de indiferencia política en que vive la mayoría de sus contemporáneos.
Su nombre es Rafael Monge Vargas, su pueblo es San Rafael Arriba de Desamparados y su profesión es economista.
Rafael advierte de que está activo en la política. Tan activo que tiene una estampa de Laura Chinchilla en la pared de su cuarto, formó una papeleta para participar en las elecciones distritales de Liberación Nacional (PLN) y siguió de cerca el proyecto Vía Costarricense de José María Figueres.
El joven relata que él es una excepción en su familia, pues esta ha vivido ajena a tradiciones políticas: ni pericos ni mariachis.
Rafael, quien es soltero y vive con sus padres y hermanos, decidió enrolarse con el PLN desde tiempos universitarios (se postuló dos veces en la UCR), aunque uno de los dos votos que ha ejercido no fue para ese partido.
¿Por qué cree que las personas de su edad están indiferentes? “Hay muchos factores. Cuando pasaron los escándalos de los expresidentes fue un antes y un después. La gente ve que participar en política no es lo que les puede dar un mejor resultado de vida y, más bien, ve a la gente que sí participa en política con malos ojos, pero alguien lo hace. A como hay un gran porcentaje que no, hay un gran porcentaje que sí”, alega.
Rafael no se guarda críticas ni siquiera para su propio partido. Él quisiera que este tuviese cosas distintas. Además, cree que al país le faltan muchas cosas para alcanzar la meta de ser carbono neutral, un tema que le interesa.
Cree que la política es cortoplacista y le inquieta la CCSS: “Obviamente, estoy preocupado de que el tema financiero de esa institución no está siendo sostenible porque somos la mayor cantidad de personas, pero cómo van a ser las condiciones de vida de esta gran cantidad de gente cuando seamos adultos mayores”.
En cuanto a políticos actuales, le gustan Johnny Araya (PLN), Luis Guillermo Solís (PAC) y “más o menos” Epsy Campbell. Del Libertario y el PUSC, ninguno.
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